HARARE — El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha presentado una nueva política que permitirá a los beneficiarios de tierras que fueron tomadas a propietarios blancos durante reformas agrarias controvertidas, vender esas tierras y obtener préstamos bancarios utilizando la propiedad como garantía.
Este cambio representa un giro significativo en la política de tierras del país, ya que anteriormente, los agricultores reasentados no podían transferir la propiedad de la tierra. Sin embargo, la nueva norma establece que la transferencia solo podrá realizarse entre “zimbabuenses indígenas”, es decir, ciudadanos negros del país, y requerirá la aprobación del gobierno.
Desde el año 2000, decenas de miles de ciudadanos negros ocuparon tierras de propiedad blanca como parte de un movimiento iniciado por el antiguo presidente Robert Mugabe, quien justificó estas acciones como una forma de corregir las desigualdades dejadas por el colonialismo. Mugabe falleció en 2019, pero sus reformas han dejado un legado complejo.
Anteriormente, las tierras ocupadas estaban consideradas como propiedad del estado, lo que significaba que los nuevos agricultores no podían utilizarla como garantía para préstamos, lo cual generaba desconfianza entre las instituciones financieras a la hora de otorgar créditos.
En un evento celebrado recientemente en su granja, Mnangagwa otorgó títulos de propiedad a un grupo selecto de agricultores y presentó un comité técnico que guiará a otros en el proceso de obtención de títulos. El presidente expresó que esta política no solo liberará el valor de la tierra, sino que también facilitará que los agricultores accedan a crédito, ayudándolos a mover a muchos de la pobreza hacia un futuro más próspero.
Es importante señalar que la lucha por la tierra ha traído consigo un pasado marcado por la violencia, pues miles de agricultores blancos fueron forzados a abandonar sus tierras, sufriendo en muchos casos violentas agresiones, según informes de organizaciones de derechos humanos. Esta situación tuvo un impacto profundo en la agricultura comercial del país, que alguna vez fue un exportador de alimentos, y que ahora depende en gran medida de la ayuda externa.
El ministro de Finanzas, Mthuli Ncube, anunció en octubre que Zimbabue compensará a los agricultores blancos, tanto locales como extranjeros, que perdieron sus tierras durante las incautaciones.
El nuevo enfoque del gobierno busca no solo recuperar la confianza de los agricultores zimbabuenses, sino también abordar los problemas económicos que han resultado de años de inestabilidad en el sector agrícola.